Moral Social

"Sin valores no hay posibilidad de construir una sociedad verdaderamente humana." -- San Juan Pablo II

El hombre es un ser social, lleva en sí una inclinación interior no sólo a las relaciones personales, sino también a la creación de sociedades y de comunidades. Esta relación entre el hombre y la sociedad está subordinada a la moralidad. El problema fundamental de la moralidad social es una disposición de las relaciones entre la persona y la sociedad tal, que de ella provenga la más plena correlación entre el verdadero bien de la persona y el bien común.

De acuerdo con la noción antropológica griega el hombre tiene una naturaleza eminentemente social y política. En el origen de la filosofía los griegos consideraban que la vida del hombre estaba en armonía con las leyes de la naturaleza y con los principios de la razón. Como ser racional el hombre solo puede desarrollarse dentro de una vida política y social.

Aristóteles encuentra el origen de la sociedad en los esfuerzos de los humanos encaminados a lograr sus deseos y necesidades. En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

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La moral social es la parte de la ética que estudia el valor moral del comportamiento humano en el ámbito de las relaciones sociales. Trata preferentemente del comportamiento de las personas en relación con los demás, en cuanto viven en sociedad, en unas estructuras y ámbitos determinados. La moral social es la conciencia de lo que es bueno de lo que es malo, lo que puede hacerse y los que no.